jueves, 15 de noviembre de 2012

Análisis de la primera parte del libro "La ley del amor".



Hernán Cortes quiere construir una nueva ciudad sobre las ruinas de la Antigua Tenochtitlan, esto lo hace porque la tenía que borrar de la memoria de los aztecas antes de que fuera demasiado tarde.
Las piedras que existían en ese lugar, contenían una verdad mas allá de la que la vista alcanza a percibir, poseen una energía propia, que no se ve, solo se siente. Ninguno de los nuevos sentidos que Cortes había adquirido en tiempos de batalla, estaba lo suficientemente afinado como para que pudiera percibirla. Algunos conocieron sus efectos, pero no supieron a que atribuirlos. El caso mas grave fue el de Rodrigo Díaz (valiente capitán de Cortes). Cortes decidió darle a Rodrigo el terreno donde se encontraba dicha pirámide para que construyera sobre ella su casa y le encomienda 50 indios, entre los cuales iba Citlali (indígena descendiente de una familia de nobles de Tenochtitlan). Todo comienza cuando Rodrigo estaba concentrado en quitar la piedra que formaba la cúspide de la pirámide del amor, cuando la energía de la poderosa pirámide fue emanada y empezó a circular por sus venas, esto hizo que viera a Citlali como la diosa del amor, la violo y concedió un hijo, quien al nacer murió ya que Rodrigo lo estrello contra el piso, ella por este motivo pidió vivir a los dioses hasta que Rodrigo se arrepintiera de haber profanado a la Diosa del amor y a ella. No podía haber cometido mayor ultraje que violarla en un sitio tan sagrado. Citlali suponía que la Diosa también tendría que estar de lo más ofendida. Ella pensó que la mejor forma de vengarse seria descargando su furia con una persona que amara Rodrigo y quiso hacerlo cuando llego de España la doña Isabel de Góngora, casi creía que era en vano lo que estaba haciendo hasta que llego el día en que Isabel quedo embarazada y al tenerlo lo desnuco, dejándolo caer al piso. Fue así que Rodrigo, como no podía permitir que la dañaran manos ajenas, la mato él. Su alma por fin descansaba en paz, pues había logrado concretar su venganza. Lo que ella nunca supo fue que esa venganza no consistió en haber matado al rubio recién nacido, sino en haberse hecho merecedora de la muerte. Logró con su muerte lo que deseó la primera vez que vio a Rodrigo: que aullara de dolor. Él después de haberla matado se suicido también.
El primer capitulo lo encontré atrapante, y creo que es algo dramático, pero la historia me gusto. Desde mi punto de vista, la autora intenta reflejar la importancia del amor, e intenta hacernos comprender que no somos seres aislados y que todo lo que hacemos por insignificante que pueda parecer afecta a los demás.
Julieta Frias.

Análisis del capitulo 1 del libro "Malinche".


El primer capitulo del libro “Malinche” de Laura Esquivel trata que en el valle de Anáhuac fue anunciada una tormenta que lavaría la sangre de la piedra.  Fue después del sacrificio que la ciudad se oscureció y se escucharon atronadoras descargas. En seguida comenzó a llover de una manera pocas veces vista. Llovió toda la tarde y toda la noche y al día siguiente también. Durante tres días no cesó de llover. Llovió tanto que los sacerdotes y sabios del Anáhuac se alarmaron y sintieron que Tláloc, el dios de la lluvia, por medio del agua, había dejado caer sobre ellos una nueva luz, una nueva visión que daría otro sentido a sus vidas.
Ese mismo día, en la región de Painala, una mujer luchaba por dar a luz. Su suegra actuaba como partera. El parto fue muy complicado, hasta que de pronto la futura abuela alcanzó a ver la cabeza de la niña, a quien nombraron Malinalli por haber nacido en el tercer carácter, de la sexta casa.
La recién nacida, hija del tlatoani de Painala, fue recibida por los brazos de su abuela paterna, quien lo único que deseaba en ese momento era festejar la vida. Por lo tanto, la deposito en los brazos de su padre y procedió a efectuar el primer ritual del nacimiento, que consistía en el corte del cordón umbilical. Luego la abuela deposito cuidadosamente a su nieta sobre el pecho de su nuera para que le diera la bienvenida.
Pocos días después la niña fue bautizada por su propia abuela. La ceremonia se realizó a la hora en que salió el sol. Al finalizar la ceremonia, el padre de Malinalli la tomó entre sus brazos y le dijo las acostumbradas palabras de bienvenida en las que se expresaba el acogimiento que le daban a los recién nacidos.
Ese año de 1504, cuando el joven Hernán Cortés pisó la isla La Española y se dio cuenta de que había un mundo que no era el suyo, su imaginación se llenó de deseos.
Como hijo único, estaba acostumbrado a tener todo aquello que su antojo reclamaba. Con estas características no es de extrañar que al descubrir tierras nuevas, su mente fuera cobijada por la ambición.
Había llegado a La Española por su propia voluntad. Lo que había traído aparte de un delirio de grandeza y un ansia por conocer el mundo, era un deseo de libertad. Las expectativas que sus padres tenían puestas sobre él eran un compromiso.
Su padre nunca logro que Hernán fuese aceptado como paje. Lo colocaron como monaguillo en la iglesia, pero no paso de ahí. Por ultimo, Cortés asistió a la Universidad de Salamanca, donde aprendió latín y estudió por algún tiempo leyes. Sin embargo, prefirió levantar el ancla y zarpar al Nuevo Mundo en busca de oportunidades. Quería demostrarle a su madre que no necesitaba de tantos estudios para tener dinero y poder. Él deseaba ser rico.
En La Española, su futuro dependía de él. Casi de inmediato tomó contacto con el gobernador, Nicolás de Ovando y con varios de sus allegados.
En poco tiempo se gano la confianza de sus jefes y no solo había ganado combates sobre los aborígenes y ayudados a apagar revueltas, sino que había diseñado rutas y caminos para recorrer el espacio en menos tiempo y con mucha mas seguridad, dando como resultado que le fuera otorgada una encomienda de considerable valor en tierras donde se sembraba caña de azúcar. Para Cortés, esto no fue suficiente. Su mente ambiciosa no estaba satisfecha. Él necesitaba oro.
Una mañana, liberándose del miedo de perder su buena apariencia, decidió quitarse las botas, aflojar y despojarse de las vestimentas para sentir su cuerpo tal y como la naturaleza lo había creado.
Caminó rumbo al mar y dejó que las aguas lavaran sus pies.
Cuando salió del agua, se recostó sobre la hierba y relajó su mente. El sueño lo venció por un instante y basto para que un venenoso escorpión lo picara y descargara todo su veneno en su cuerpo y se recuperaba milagrosamente. Observaron en él una nueva transformación y se dieron cuenta de que su semblante proyectaba una nueva fuerza, un nuevo poder.
En mi opinión la abuela de Malinalli tenía presentimientos muy fuertes, pero durante el nacimiento de su nieta lo único que quería era celebrar una nueva vida, ya que había esperado mucho ese momento.
Con respecto a Hernán Cortés a pesar de ser un hombre ambicioso, trabajó para mejorar las condiciones de la isla La Española. Al llegar a la isla tenía muchas ilusiones, desafíos y logró allí cumplir con su deseo de ser un hombre rico y poderoso.
Agustina Gauna.

Biografía.


Laura Esquivel, la escritora a la que el mundo entero conoció por el éxito de su primera novela, “Como agua para chocolate” nació en la Ciudad de México el 30 de septiembre de 1950.
Antes de dedicarse a la literatura, fue maestra y sus primeras incursiones como escritora serían en el mundo infantil, en forma de obras de teatro y cuentos para los pequeños. Su obra teatral “Viaje a la isla de Kolitas” obtuvo una acogida muy favorable por parte del público infantil, consiguiendo estar en cartel durante un año en la capital mexicana.
Entre 1979 y 1980 escribió programas infantiles para la cadena cultural de la televisión mexicana y en 1983 fundó el Centro de Invención Permanente, integrado por talleres artísticos para niños, asumiendo su dirección técnica.
Su trabajo en televisión le dio estímulo para dedicarse a escribir guiones cinematográficos.
En sus novelas, emplea un realismo mágico para combinar lo sobrenatural con lo mundano.
En 1989 tuvo gran éxito con la novela  "Como agua para chocolate", que fue llevada al cine por su entonces esposo y director Alfonso Aráu en 1992. La misma relata la importancia de la cocina, la pieza más importante de la casa, creadora de felicidad y desgracia, fuente de conocimiento, gusto y deseo. En 1994 esta novela recibió el Premio American Bookseller Book of the Year en Estados Unidos, galardón que por primera vez fue concedido a una escritora extranjera.
Luego en 1995 escribió “La ley del amor”. Pretendiendo innovar en el mundo de la escritura, junto con el libro se vendía un CD con música que debía escucharse al tiempo que se leía la novela. Ambientada en la Ciudad de México del año 2200, estaba protagonizada por una astroanalista llamada Azucena que trata a gente con trastornos mentales por malas acciones cometidas en vidas anteriores.
En 1998 “Intimas suculencias”, una recopilación de cuentos que acompañan nuevamente a recetas de cocina, y que tratan sobre la mujer actual, su mundo, sus pasiones y su forma de entender la vida.
Mas tarde en 1999 iniciaría otra historia “Estrellita marinera”, que empezó siendo un guion de cine y terminó como cuento de ilustraciones. La novela trata la historia de dos niños con vidas entrelazadas tras recibir una herencia.
Tiene otros dos libros más, “El libro de las emociones” y “Tan veloz como el deseo” con la figura de su padre como eje central del argumento.
Su último trabajo es "Malinche", novela ambientada en la época de la conquista americana española vista desde la perspectiva de la compañera indígena de Hernán Cortés.
Desde la creación de esta última obra, Laura Esquivel ha dedicado su tiempo a la política, compitiendo como pre candidata a una de las Diputaciones Locales de México DF. Apoyada por la izquierda mexicana, tuvo algunos contratiempos e irregularidades que se pudieron subsanar, confirmándose su triunfo en esas elecciones.